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Explicación Cortita

Lo característico de la minificción o microrrelato, es su capacidad para disparar sugerencias múltiples en la mente del lector. Para ello se vale de la ambigüedad y de modos oblicuos de expresión, como la ironía, que apuntan a que lo que parece ser no sea, o no se sepa con seguridad si es o no es. De ahí que la paradoja y la parodia sean tan frecuentes. También lo es el doble sentido, en cuyo caso se acerca peligrosamente al chiste. En este límite, el trabajo con las palabras es lo que determina la diferencia".

Raúl Brasca.

domingo, 6 de diciembre de 2020

Tormentos

 


- Avivad el fuego, Sancho, que ya la flota viene a rescatarnos.

Inútil fue explicarle que estaban en un recodo del riachuelo, que podrían cruzarlo a pie, si quisieran, hasta la otra orilla, donde estaba el cementerio de las carabelas.

Y allí estaba Sancho, agitando la antorcha, rogando que las nubes partieran pronto para que la luna alumbrara la cordura de su señor.

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Amor en los tiempos del virus

 


Ya se acercaba el toque de queda. Los blindados preparados. Todos corriendo desesperados por el maldito virus. Ellos, sin importales nada, sellaron su pacto con un beso, porque sabían que lo único que podría salvarlos era el amor.

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sábado, 20 de junio de 2020

Idus de marzo

Así afecta el aislamiento social a tu salud mental

Ya había avisado que hasta que no terminara mi novela no saldría de casa. Necesitaba concentración.
Me desconecté de redes y teléfonos y el 15 de marzo, luego del mes de reclusión que ya tenía previsto, escribí la palabra FIN.
Al hacerlo, no sé por qué, recordé los idus de marzo y la frase de Plutarco: “aún no termina”.
A mediodía salí para sorprender con el original a mi editor. 
Ni bien pisé la calle tuve una sensación extraña, visceral, instintiva, como un temor prenatal.
Volví sobre mis pasos y, ya a resguardo, noté el silencio atronador que llenaba todo.
Llamé a la oficina, sin suerte. Marqué el teléfono particular de Guillermo y lo encontré en su casa. Llevaban una semana de duelo.
Me puso al día de lo que había sucedido, sin poder creer que yo no estuviera al tanto de nada.
Aún quedaba otro mes de cuarentena. Me recomendó que escribiera una novela corta sobre el tema, que seguramente sería lo primero que se vendería.
Primero pensé que era absurdo, que ya había decenas de libros y películas apocalípticas sobre virus y pandemias y que sería difícil soslayarlos. A pesar de eso, casi sin pensarlo, le dije que sí y le avisé que hasta que no terminara mi novela no saldría de casa.
Hoy vuelve a ser 15 de marzo, un año después de que el pánico se apoderara de mi mente y me dejara paralizada, para que nunca pudiera volver a escribir ni una sola línea sobre nada ni salir de mi casa nunca más. 
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*Participa de la antología "Brevirus", que pueden descargar de aquí:
https://www.letrasdechile.cl/home/images/pdf/brevirus_2020.pdf

jueves, 18 de junio de 2020

Continuidad


Todo había sido cuidadosamente planeado, pero ahora dudaba. Efectivamente, los perros no ladraban y la luz encendida le indicaba que él se encontraba leyendo su novela en el sillón verde del salón principal. Pensó que aún no habría llegado al capítulo final. Estaba a tiempo. Arrojó lejos el puñal y se encaminó hacia la puerta. Lo resolverían como caballeros. Después de todo odiaba las novelas con finales violentos.
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