Claire no podía dominar su depresión.
Alguien en red le recomendó hacer musicoterapia para relajarse y entrar en sintonía con la felicidad del universo.
Probó, y, después del tiempo en que dominó la técnica, fue tan maravilloso, que jamás pudo ver París de la misma forma.
Su tercer ojo había despertado su conciencia superior.
Ya podía unirse al universo en paz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario