En estos días no pude sacarme de la mente que tu paso por mi vida fue como un paréntesis.Lo abriste tímidamente, sentiste que lo que había adentro te hacía bien, y te hiciste cóncavo para contenerme y llenarte a la vez.
Y yo te dejé ser, sin sospechar que tu afán por beberte la vida de esa forma tan intensa, descontracturada y urgente, que rompía todos mis esquemas, reinventándolos, tenía fecha de cierre: cuando lo cóncavo se volvería convexo.Tal vez vos sí lo sabías, que tu vida conmigo sería un paréntesis, tu último paréntesis.
Y ahora sospecho que quizás la vida sea eso… una suma de paréntesis que encierran ciclos vitales, que nos van transformando, inexorablemente.
Ya hace un año que cerraste tu último ciclo. Y mi vida continúa. Me queda la alegría de saber que no te arrepentiste de haber entrado y que fuiste feliz.Y que supiste que yo también lo fui. Por eso todavía está el dolor.Por lo absurdo de tu partida, tan repentina, tan incomprensible. Y vos sabés cómo me empecino con lo que no puedo comprender.
Pero está nuestro hijo, un nuevo paréntesis que recién está formándose y por quien tengo que luchar y ser más cóncava que nunca.Por él tengo que estar bien y plena, como al principio, como siempre. Hace un año que lo estoy intentando. Estoy mejor, pero aún no dejo de extrañarte.
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9 comentarios:
Querida Claudia:
En estas palabras tan sentidas y llenas de amor y tristeza hay un error.
Sabés cuál es?
El creer que tenés que salir adelante por Ramiro.
Y no es así.
Tenés que hacerlo por vos misma.
Lo demás viene por añadidura.
Cuando estés bien contigo lo estarás con los demás.
Así que tu trabajo está en vos.
Es un poco como el post mío anterior, el del "estar solo".
Te hago compañía, amiga mía.
Buena semana para ti.
BACI, STEKI.
La vida, ese paréntesis...
Bella metáfora.
Abrazo,
María
Un post muy lúcido y maduro.
Seguro que lo lograrás.
Aunque todavía duela.
Besos.
Hay paréntesis y paréntesis. El que tú nos refieres pareció ser un paréntesis de los que marcan con su granito una vida. Hermoso!
Es imposible, amigaza, leer tu paréntesis y no recordar "La Tregua" de Benedetti. Qué bonitos son estos paréntesis, estas treguas que nos da la vida para recordar que la felicidad es el fruto de un trabajo.
Te veo trabajando duro y me contagiás.
¡A trabajar!
Enojate, Claudia, enojate y reíte. La melancolía hay que matarla a carcajadas.
Claudia
¡Qué hermoso paréntesis!
Realmente me emocionó este cortiro. Lo leí ayer, pero quise disfrutarlo en mi subconsciente y madurar el comentario.
En Matemáticas, cuando se abre un paréntesis, luego hay que cerrarlo.
En la vida sucede lo mismo, tarde o temprano hay que hacerlo.
Lo importante es el gran amor que anida en tu corazón y hay muchas personas que necesitan de ese amor.
Ten fe, amiga, el amor lo puede todo. Y la fe en el Señor también.
Que Dios te siga bendiciendo.
Juan Antonio
Claudia...
creo que la vida es un volver a empezar...
cada dia abrimos y cerramos un ciclo...
no todo este perdido...
además vos tenés un hijo por quién luchar y vivir...
Un beso enorme, recibe mi cariño desde Rosario...
La vida llega en olas, se cierra un paréntesis, y aunque al principio duele, el amor no tiene fin, se transforma en otro. Pero siempre está.
saludos!
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