Acabé por eliminarla. La borré de mis contactos. ¿De qué me valía verla a diario, si en el fondo sabía que jamás correspondería a mis sentimientos? Recuerdo su sonrisa al decirme “solo muerta saldría contigo”. Ayer hizo un año desde aquel fatal accidente del día después. Un año es mucho tiempo para esperar por alguien. Ahora pienso que estaba siendo sarcástica.
Y tú, ¿qué dices Anita, saldrías conmigo a tomar un café?
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Y tú, ¿qué dices Anita, saldrías conmigo a tomar un café?
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22 comentarios:
Se lo toma todo al pie de la letra. Aunque también es cierto que había otras opciones más amables para contestarle, ¿no?.
Escalofriante.
Espero que Anita se avive, conteste sí y el día después tome el primer tren que salga para cualquier parte!!!
Con el placer de leerte, Claudia
Besos
Faaahh..
¡que relato impresionante!
Besos mil.
Como para decir no...
Muy bueno Claudia!!!
Besos desde el aire
Magnífico, Claudia. Una sutileza del tamaño de una bomba.
Aún en los muertos llegamos a encontrar infinitas variantes.
La muerte , y me refiero a el estado de fallecimiento consumado, y no el mero acto de morir; difiere si conociste al muerto o si te era extraño, si le querías o no, como en los funerales.
Y por otro lado por ser para nosotros el único misterio de nuestra cotidianeidad, se presta a infinita especulación,chistes, teorías, cálculos, mitos y micro relatos. Éste último, un sitio donde la muerte definitivamente permanece viva.
El mero saber que nuestra existencia es temporal, nos provoca en diversas formas, nos molesta, nos tortura, nos atrae colocarnos en el supremo riesgo de estar en ésa delgada rayita que te tiene cercano a morir, deportes extremos, la velocidad, torear.
Emociones astrales para adictos a la adrenalina.
Y por el otro extremo, cuando en vez de arriesgar quieres quedarte, permanecer el mayor tiempo posible, quizás por precaución o por buscarle más fondo aún a la vida, o por dar más. De todas formas te vas.
Quizá no entendiste el tono, la ironía, y llevar la literalidad a la práctica fue un poco drástico, jejeje
Un saludo indio
jajaja muy bueno... quien sabe, igual cuando el también muera acaban juntos
Saludillos
jajaja...olvidate de la "charla de café"
Muy bueno.
Seguramente me quedaría con un escalofrío.
Je, que ironía.
Besos Clau!!!
Buen uso de la literalidad ;) Un abrazo
Café, té, mate cocido .... creo que después de eso, Anita se prende en cualquier cosa.
Te echábamos de menos... por cosas como éstas; si no estás tu, ¿quién nos las va a contar?
Qué miedo, ¿no?
Un beso, Luisa
Y, sí…, borrón y cuenta nueva…,que te vas a quedar esperando si te dijo que NI muerta saldría con vos y hace un año que se hizo bolsa!.
No soy supersticioso ni me gustas las asociaciones arbitrarias. Soy más afecto a creer en las casualidades que en las causalidades.
De cualquier manera, si Anita acepta tomar un cafecito con vos, y conoce la anécdota, tratá de observar si cuando ingresa a la confitería donde se van a juntar, no se toca el seno izquierdo.
Si me invitaras a mí - después de leer esto -, casi con seguridad, verías como le pego un disimulado manotazo al “gemelo” derecho (aunque sea a través del bolsillo de pantalón)…, por las dudas vio..., dicen que la mufa existe!
Genial…, pero terrorífico!
Besos
Rik
Jaja, que salga Anita!
Sos tremenda, Clau. Una genia total y absoluta. Besos de regreso. ;)
Muy bueno, me dejas muerto. Genial.
jeje...
Huye Anita!!!
Besos.
Tremendo, espero que Anita se de cuenta...
muy muy bueno Claudia
Un saludo
El café se enfría, el cuerpo inerte también… ¿por qué no podemos asumir el enfriamiento de un vínculo con la misma rapidez?
Nos debemos un café, Clau.
D.
En una segunda lectura me queda claro que todo depende de si Anita posee o no atracciones fatales.
Estimada amiga. Nada más bello y encantador, tu blog destila pureza y sentimiento lo plasma en su máxima expresión
Pase a saludarte, y desear que tengas una excelente semana... llena de magia y luz...
Gracias por visitar mi blog, serás siempre bienvenida. Yo pasare por aquí cada vez que el tiempo me lo permita, un abrazo.
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