"¡Es una niña!" dijo la partera, mientras con unas pinzas de depilar sacaba a la criatura por el ojo de la cerradura de aquel cinturón de castidad. La parturienta rememoraba la noche en que tuvo la sorpresiva visita de aquel liliputiense que traía noticias de su esposo; entonces una sonrisa se dibujó en su rostro.
Aquí en italiano
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20 comentarios:
El deseo no ve lo infranqueable, es ciego, mas no sordo, ni mudo!
¡Qué mini tan divertida! Muy buena Claudia, se lo pones difícil, pero mucho, a los demás concursantes.
Bueno y divertido. Incluso sin la última frase (o integrándola en la anterior), Claudia.
Un saludo.
Buen mini... Saludos Claudia...
Que artista el liliputiense!!!
Besos.
Imaginación total.
Divertido. No se le pueden poner puertas al campo, aunque sea de minas.
Saludos.
jajajaja el liliputiense trái noticias de su marido. ¿cuáles eran? ¿Esas? NO lo creo jejeje.
besos!
Qué divertido e ingenioso....!!!
Comparto los comentarios que esta mini ficción Claudia es muy ingeniosa y divertida!
Te felicito!.
Claro está que si pensáramos que ello pudiera ser realidad; los hechos acarrearán dos consecuencias.
1 - Echaran por tierra aquello de que los enanos son “compensados” en otras partes de su físico por lo que no lo fueron en la estatura.
Y
2 - Si entre las huestes de pajes del marido de esa dama (que no sé que grado de nobleza tendrá) no hay más de un liliputiense…mmmmm…, la veo complicada para encontrar argumentos que expliquen la aparición de esa miniatura de niña!.
Con seguridad, será “carne de noticia” para Crónica TV ese acontecimiento!.
Besos.
Rik
Siempre me sorprendes.
Besos bonita.
El liliputiense me hizo acordar al inserto en blanco y negro que puso Almodóvar en su “Hable con Ella”. Imágenes muy poderosas como para no recordarlas. Sensacional recordarlas gracias a un cortito.
Un beso grande,
D.
Muy divertido, jeje. Suerte.
Por cierto, qué casualidad mi último micro se títula también "perspectivas", aunque no tiene nada que ver.
Un saludo indio
Sabes dejar en quien te lee un hermoso sabor a sorpresa y desde luego, en mi caso, de admiración profunda. Un abrazo.
Hola, Claudia:
Comentarte que me gustó mucho tu página y que he incluido un link en la mía, también dedicada a la literatura hiperbreve.
Te paso la dirección por si quieres visitarla:
http://pablogonz.wordpress.com
Un saludo,
PABLO GONZ
Me quedó la sonrisa dibujada en la cara.
Lo único doloroso debe haber sido sacar a la criatura de esa manera pero sarna con gusto...
Besotes.
Creativo, divertido, fabuloso. De esos micros que te ponen de buen humor. Yo también prescindiría de la última frase. Llego desde el blog de Elisa y me gusta mucho tu espacio. Saludos.
Claudia, éste es uno de esos micros que pegan por la fuerza de la idea y el torrente de imaginación; ¡enhorabuenísima! Eso sí, coincido con algunos comentaristas que la última frase de la sonrisa sobra, o, en su defecto, habría que integrarla al inicio del segundo párrafo.
Una cosita más: en castellano los signos de exclamación deben colocarse tanto al inicio como al final (aún más si se trata de un texto literario). Por último (disculpame, son cositas menores pero que suman), en este caso yo no abriría con raya, lo haría con comillas: "¡Es una niña!", dijo la partera... (Debido a que en realidad no hay dialogo). Espero que no te molestes estas breves observaciones.
Saludos.
Gabriel, un placer tenerte por aquí.
Y aprovecho tu comentario, para aclararles a todos los amigos que con santa paciencia dejan su huella en este espacio, que nunca se priven de decirme las cosas que les parecen mal o que no les gustan o que no entiendan o que cambiarían en el relato. Yo aprendo constantemente de todos ustedes.
Abrazos a todos!
Apruebo las salvedades de la puntuación porque considero que nuestro idioma es un tesoro que debemos cuidar entre todos. Pero respecto de los comentarios a los contenidos de este microcuento, soy de la opinión de que cada autor debe elegir por sí mismo el momento en que callarse.
Un cordial saludo,
PABLO GONZ
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