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Explicación Cortita

Lo característico de la minificción o microrrelato, es su capacidad para disparar sugerencias múltiples en la mente del lector. Para ello se vale de la ambigüedad y de modos oblicuos de expresión, como la ironía, que apuntan a que lo que parece ser no sea, o no se sepa con seguridad si es o no es. De ahí que la paradoja y la parodia sean tan frecuentes. También lo es el doble sentido, en cuyo caso se acerca peligrosamente al chiste. En este límite, el trabajo con las palabras es lo que determina la diferencia".

Raúl Brasca.

sábado, 29 de octubre de 2011

Caminos

Ilustración de Adriana Lucas
- ¡Se fue por otro camino? - así me dice mi madre hija cada vez que me ahogo olvido buscando la palabra adecuada. Lo que ella no sabe, es que ese camino laguna está en mi infancia, donde mis muertos vivos juegan a la ronda, sin palabras estorbos que nos separen. Y que cada día me cuesta más volver.
- Lapsus. Así lo llamó el doctor, pero no es nada.


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lunes, 3 de octubre de 2011

Agreste

Ilustración de Adriana Lucas
Mientras dormitaba un poco, antes de almorzar, el dolor sordo en mi oído me recordó a Van Gogh. Pensé en los amarillos verdeazulados de sus obras y su estilo inconfundible. Lo busqué con la mirada en el libro postimpresionista que duerme en mi biblioteca.
De pronto, de un salto, fue a sentarse junto a la ventana donde aguardaba el atril con el lienzo en blanco. A una velocidad asombrosa mezcló algunos colores en su paleta y comenzó a pintar frenéticamente.
- Tengo que apurarme, solo tengo cinco minutos antes de que se note el cambio de la luz ¿Me hablaba a mí? – El paisaje agreste de esta comarca nunca volverá a ser el mismo y yo tengo que conservarlo, para cuando lleguen mis días sin sol – Yo lo observaba de espaldas, movía incansablemente las manos. Cuando tuve la certeza de estar soñando, dio media vuelta y sus ojos azules, profundísimos, buscaron mi aprobación - ¡¿Por favor?Ya estaba por contestarle cuando una mujer irrumpió en la habitación:
- Cinco minutos para almorzar Anita… pero… ¡pero mira que cuadro más bonito has pintado! ¿Qué es, el jardín de tu casa?
- C’est Arlés, madame!
- Ah, claro, sí. Bueno, déjalo allí y cuando vengan tus nietos les pides que te lo cuelguen, así alegras un poco estas paredes. Ahora apúrate que ya están todos en el comedor.
Ya sé que no puedo explicarles nada. Me tomarían por loca.

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