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Explicación Cortita

Lo característico de la minificción o microrrelato, es su capacidad para disparar sugerencias múltiples en la mente del lector. Para ello se vale de la ambigüedad y de modos oblicuos de expresión, como la ironía, que apuntan a que lo que parece ser no sea, o no se sepa con seguridad si es o no es. De ahí que la paradoja y la parodia sean tan frecuentes. También lo es el doble sentido, en cuyo caso se acerca peligrosamente al chiste. En este límite, el trabajo con las palabras es lo que determina la diferencia".

Raúl Brasca.

jueves, 30 de septiembre de 2010

Piedad

Le dice al oído en una de las arremetidas: quedáte quieta chiquita, si te movés no puedo. Te prometo que no te va a doler.
Así, hablándole muy despacio y acariciándole el pelo, logra que se calme. Con un rápido movimiento, le aplica la inyección que surte efecto de inmediato. Primero dobla las rodillas y luego cae al suelo sobre su costado sano.

Cuando sus ojos finalmente se opacan, le quita las anteojeras y llama al petisero que observa la escena desde las tolvas. –Entiérrenla Cipriano y después preparáte que vamos a cazar a ese maldito.

.

16 comentarios:

Torcuato dijo...

Siempre me ha horrorizado el sacrificio de los caballos.
Un beso.

Steki dijo...

No, Clau! Por qué? No me gusta.
Bah, no me gusta que sufran los animales! unque éste no sufrió, se durmió.
Lo tuyo... genial, como siempre.
Besos y feliz finde, amiga!

escarcha dijo...

duro el texto,
pero muy bien narrado.

te invito a que pases por mi blog
www.palabrasqueconjuran.blogspot.com

SALUDOS!!!

TORO SALVAJE dijo...

Jo.
Que pena.

Besos.

Maite dijo...

Qué duro Claudia. Lo has contado muy bien, con mucha sutileza. Un abrazo.

Isabel Mª dijo...

Me encantó. Perfecto.

Daniel Os dijo...

Déjenlo nomás pastar
no rechacen mi consejo,
que yo lo voy a enterrar
cuando se muera de viejo
.

…pobrecita.
D.

Walter Giulietti dijo...

Me gusta mucho cómo cierra, Claudia.
Saludos!

Anónimo dijo...

Si Turguenev hubiera nacido en Argentina, habría escrito este texto. ¡Muy bien, Claudia, muy bien! Me encanta el cambio de sentido que hay del primer párrafo al segundo. Podría haber sido gratuito pero no lo es: todo lo contrario, es fundamental para expresar el amor que siente por la yegua. La yegua muere como se muere, sin aspavientos. Y entre los vivos queda el deseo de venganza. Muy gaucho ese "Entiérrenla, Cipriano". Sólo se me escapa el sentido de la palabra "petisero" pero me imagino que es el que cuida a los caballos, ¿no?
Con tu permiso lo enlazo desde Facebook y Twitter para contribuir a su difusión.
Abrazos apretados,
PABLO GONZ

Nel Morán dijo...

La tristeza me inundó. Cada palabra era un suspiro, una comezón, un desasosiego. La imagen era clara aunque el deseo fuera otro.

Blogsaludos

Marcelo dijo...

El grado de rechazo que nos provoca este texto es directamente proporcional a la calidad de quien lo escribió.
Brillantemente cruel!

FacuZ dijo...

Me parecio tan cortito como exacto. Un buen texto.

Me gusta dar vuelta cada tanto por los blogs, y caer en uno como este, con buenas cosas para leer.

Te dejo un abrazo con mi invitación a que pases por mi humildisimo.

Facu.

Unknown dijo...

¡Excelente Claudia!

Humberto Dib dijo...

Llegué a tu blog por medio del facebook de Pablo. Los relatos cortos son mis preferidos, principalmente aquellos que están buenos. Te felicito por tu Piedad, con más tiempo voy a leer viejos textos. Aprovecho para invitarte a mi blog.
Un saludo.
Humberto.

www.humbertodib.blogspot.com

AGUS dijo...

Me gustan los micros que dejan una puerta abierta. Y te invitan a seguir la historia y sus personajes más allá de ese fatídico punto final.

Enhorabuena y un cordial saludo.

anuar bolaños dijo...

Muy bien.

anuar.