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Explicación Cortita

Lo característico de la minificción o microrrelato, es su capacidad para disparar sugerencias múltiples en la mente del lector. Para ello se vale de la ambigüedad y de modos oblicuos de expresión, como la ironía, que apuntan a que lo que parece ser no sea, o no se sepa con seguridad si es o no es. De ahí que la paradoja y la parodia sean tan frecuentes. También lo es el doble sentido, en cuyo caso se acerca peligrosamente al chiste. En este límite, el trabajo con las palabras es lo que determina la diferencia".

Raúl Brasca.

miércoles, 30 de junio de 2010

Cuentos de la abuela



Las almas de los que no habían sido enterrados, en aquella época, parecían tener menos importancia que las de los muertos, vistos los rezos, misas y responsos de las que eran objeto. Fue cuando don Braulio Contrera, en medio de su velorio, se sentó de golpe en su cajón y dijo “¿Qué pasa aquí carajo, por qué no están todos trabajando?”, cuando el pueblo unánimemente decidió abolir las misas de muertos, velorios y entierros y dedicar las plegarias a la salud de los vivos. Y cuando alguno moría, derechito al fogón iba.


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5 comentarios:

Cecy dijo...

Un pueblo que hizo lo correcto.
Gracias Don Braulio.

Besos Linda!

TORO SALVAJE dijo...

Vaya con don Braulio, genio y figura hasta la sepultura.

Besos.

Nel Morán dijo...

Como para andarse con responsos.

Blogsaludos

Pablo Gonz dijo...

Buen micro, Claudia. Me gusta ese tono de literatura gauchesca que lo atraviesa. "¿Qué pasa aquí, carajo?", "derechito al fogón iba", etc.
Un abrazo,
PABLO GONZ

Marcelo dijo...

Me parece una decisión admirable, que va de la mano de aquello de temerle más a los vivos que a los muertos!
Un saludo