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Explicación Cortita

Lo característico de la minificción o microrrelato, es su capacidad para disparar sugerencias múltiples en la mente del lector. Para ello se vale de la ambigüedad y de modos oblicuos de expresión, como la ironía, que apuntan a que lo que parece ser no sea, o no se sepa con seguridad si es o no es. De ahí que la paradoja y la parodia sean tan frecuentes. También lo es el doble sentido, en cuyo caso se acerca peligrosamente al chiste. En este límite, el trabajo con las palabras es lo que determina la diferencia".

Raúl Brasca.

martes, 4 de agosto de 2009

ALMA



Le habían ofrecido una suma importante si el experimento resultaba exitoso. Necesitaban el dinero, pero comenzaba a arrepentirse de haber aceptado. Tarde. Su cuerpo ya no le obedecía y hasta su mente comenzaba a cristalizarse. Yaciendo sobre una báscula con forma de cama, con el frío corriéndole por las venas, se consoló pensando en su esposa y su hijo, en el fin de sus penurias. Los médicos no podían explicarse qué sucedía. En el monitor de la báscula titilaba -21 g., a los dos segundos -42 g. y a los dos segundos – 63 g. El corazón ya era una línea recta. Las maniobras de resucitación tampoco funcionaron. El experimento había fracasado. Cuando lo llevaban a la morgue, entraban también dos camillas: su mujer y su niño habían fallecido en un inexplicable accidente de tránsito en la entrada del hospital.
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16 comentarios:

Maga h dijo...

Ufff, fuertísimo aunque contundente y atrapante en breves lineas.

Un abrazo

Magah

TORO SALVAJE dijo...

Las matemáticas no fallan:

3 almas x 21 gramos = 63 gramos

Que fuerte.

Besos.

Cecy dijo...

Guau.
Que fuerte nena.
Muy bueno.

Besos.

Anónimo dijo...

No me queda ninguna duda. Eres realmente buena no solo en tu particular estilo que te distingue de otros muchos, sino en tu enorme capacidad para poner en circulación una historia que dice mucho, con un mínimo de palabras.
Un saludo.
PAZ

Isabel Estercita Lew dijo...

Que lo parió! Cortito y fuertísimo.
Me sorprendiste muchacha.

Besos
Saravá
Estercita

©Claudia Isabel dijo...

Muy bueno...
Los cuentos breves me resultan bastante complicados, bravo!
Un abrazo

Ana Lopez Acosta dijo...

La pucha Claudia! Demoledor.
Un beso grande

Fabiana dijo...

¡Ay...me corrió frío por el cuerpo!

Excelente. Admiro mucho tus microrrelatos y me alegra poder leerte cada tanto.

Besos.

Anónimo dijo...

Claudi

Excelente cuento corto.

Muy al tono siempre y especialmente ahora con lo ocurrido en Santiago del Estero y descubierto hace un mes.

Siempre actual y eficaz.

Te felicito.

Un beso

Mario Sorsaburu

Marcela dijo...

Hay almas entrelazadas, sin dudas.
Muy lindo.
Beso.

Steki dijo...

Uyyy, nena, fortísimo!
Sos una genia.
BACI, STEKI.

Anónimo dijo...

Está bien. Sobra el "curiosamente" del final.
BACI.

Unknown dijo...

Hola Claudia!

Me gustó mucho tu mini-ficción con el “juego” de la creencia acerca del peso del alma; los famosos 21 gr.
El reflejo de la báscula mostraba, en uno de los Sieben, que fueron tres las almas que de él se elevaban, disminuyendo su peso corporal hasta en -63 gr.

De la lectura me surgieron algunos interrogantes.

¿Habrá sucedido lo mismo en los otros dos Sieben?; ¿habrán perdido cada uno de ellos 63 gs.?.

No sé quiénes son los Sieben en tu relato, pero la palabra sieben en alemán, traducida al español, significa siete; y 7 x 3 = 21.
Entonces; ¿fueron tres los Sieben que dejaron el planeta?; ¿fue uno solo?.

Tres parece que reflejó la báscula en el Sieben del experimento; pero uno solo en la traducción del apellido Sieben.

¿Será por aquello que, cuando uno ama, a quien ama, a veces le dice: ¿sos mi ALMA!?.

Buenísima “tu vuelta al ruedo”.

Besos.
Rik

María dijo...

Claudia, amiga:

Siempre estimulantes tus "cortitos". Me quedé pensando que, así como hay diversas contexturas físicas entre las personas, las debería haber en las almas.

Conozco un par al que las cuentas les deben dar bastante menos y sé de quienes llevan la sensación de tener mucho más que 21 gramos de lastre.

Ya se sabe, quien tiene riquezas debe esforzarse por cuidarlas, mantenerlas, multiplicarlas.

Un alma que comete el error de detenerse demasiado en los recodos lleva encima las tristezas y las alegrías que se le abrojan. Al cabo de un tiempo de tránsito, debe pesar bastante más e incluso, volverse muy incómoda para los traslados (que es, si no eso, la vida).

Almas pequeñitas van y vienen con ligereza por el orbe: descartan todo aquello que no les sirve. Olvidan pronto las tristezas, los amores, las promesas y añoranzas y vuelan, golondrinas; almas que se sumergen rápido y profundo en el cuenco de las emociones y acto seguido, "delete".

Seguro deben pesar menos.

Mucho menos que 21 gramos.

Ahora, ¿cuál envase llevar?

Juan Antonio dijo...

Claudia

¡Vaya cortito tan grande y con tanta fuerza!

¿Lo escribió Julio para el concurso o es tu seudónimo?

Un abrazo.

Juan Antonio

Reina dijo...

Me estremeció...!