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Explicación Cortita

Lo característico de la minificción o microrrelato, es su capacidad para disparar sugerencias múltiples en la mente del lector. Para ello se vale de la ambigüedad y de modos oblicuos de expresión, como la ironía, que apuntan a que lo que parece ser no sea, o no se sepa con seguridad si es o no es. De ahí que la paradoja y la parodia sean tan frecuentes. También lo es el doble sentido, en cuyo caso se acerca peligrosamente al chiste. En este límite, el trabajo con las palabras es lo que determina la diferencia".

Raúl Brasca.

domingo, 18 de enero de 2009

Utopías


No hay vencedores ni vencidos.
No hubo ganancias.
Solo muerte, desolación y ruinas.
Ahora surge la oportunidad
de construir una paz verdadera
que nazca victoriosa de entre los escombros
y llegue para quedarse, finalmente.


Hasta tanto esto no se confirme,
nadie podrá dormir tranquilo.

15 comentarios:

Anónimo dijo...

Es lo que siempre ocurre y nunca se escarmienta, al menos lo suficiente como para no volver a caer en lo mismo.Pero la guerra es la acuarela donde pintar con las armas qué se fabrican.

Saludos

Luis García

Anónimo dijo...

El ser humano siempre ha querido solucionar los prolemas a la fuerza, eso demuestra lo incivilzados que aún somos.
Hay que mejorar como personas.
Un saludo amiga, lindas letras se leen aquí.
Valiu!

Navegante dijo...

Me adhiero a tu comentario. Es muy sensible tu blog, me gusta.
Lo seguiré recorriendo, besos de trasnoche.

TORO SALVAJE dijo...

Ojalá que acabe ya.

Besos.

Soledad Sánchez Mulas dijo...

¡Ojalá! Que se cumpla tu deseo (y el de tantísima gente) de traer la paz, por fin, ante tanta pena.

Un beso.

Soledad.

Marcela dijo...

Nunca hay vencedores en esto.
Ojalá termine de una buena vez...
Me uno a tu ruego.
Saludos.

Daniel Os dijo...

Si tan sólo se consiguiera renunciar temporariamente a un par de reclamos considerados justos, se podría dejar de contar cuerpos para comenzar a contar acuerdos… no es sencillo pero es posible.
Luego sí, retomar la diplomacia, reclamar lo que se considere justo y que la comunidad internacional otorgue lo que deba y aplique sentencias donde deba.
Es tan fácil desde mi sillón…
D.

Anónimo dijo...

Nadie puede dormir tranquilo.
Besos.

Unknown dijo...

Mientras el hombre, genéricamente hablando, siga pensando en términos de "amigo" o "enemigo" seguirá dirimiendo sus diferencias, con éste último, como ancestralmente lo viene haciendo: LA FUERZA, que elevada a la enésima potencia es la GUERRA cada vez más sofisticada para vencerlo, someterlo o exterminarlo.
Ninguna párrafo de la teoría de la evolución darviniana menciona que una especie atente contra sí misma hasta la extinción, si fuese necesario, por el contrario busca el mayor nivel de conservación y supervivencia de la misma.
Nosotros, los humanos (¿animales?), no!.
Apoyo tus deseos querida Claudia, pero soy muy escéptico con respecto a la racionalidad humana (¿menos que animales?).

Cariños
Rik

tanguetto dijo...

Adhiero a los conceptos, nadie puede dormir tranquilo mientras suenen los cañones de la guerra.

Fabiana dijo...

¡Ojalá Claudia!
En esto estamos todos de acuerdo.
Te mando un beso.

Elida dijo...

La renovada herencia del dolor. Muertes, heridas de palabras que tiñen y enlutan la historia de la humanidad.
Como no compartir tus deseos Clau, que son los deseos de muchos y propios?.Ojalá que aprendamos a perdonar!

cariños

VAE VICTIS...!!! dijo...

Hola Claudia hermosa !!!
Permitime discrepar, SI hay ganancias, para unos pocos: los que venden armas, los que persiguen un objetivo politico, venta de tierras, medicamentos, alimentos, los que ofrecen creditos,los que venden la salvacion en esta y otra vida ( religion ), los que venden la ilusion de una paz...
Besotes y que tengas un buen dia.
vae
PD:
Te extraño en mi casa !!!

Anónimo dijo...

Quedan escombros de desolación y pérdidas y tristeza. Tal vez pueda surgir algo de paz. Ojala

Juan Antonio dijo...

Claudia

Ha llegado la esperanza
y ojalá que lo haya hecho
para no marcharse nunca más.

En una guerra todos pierden
pues se rompe
parte de su alma.

Un abrazo.

Juan Antonio