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Explicación Cortita

Lo característico de la minificción o microrrelato, es su capacidad para disparar sugerencias múltiples en la mente del lector. Para ello se vale de la ambigüedad y de modos oblicuos de expresión, como la ironía, que apuntan a que lo que parece ser no sea, o no se sepa con seguridad si es o no es. De ahí que la paradoja y la parodia sean tan frecuentes. También lo es el doble sentido, en cuyo caso se acerca peligrosamente al chiste. En este límite, el trabajo con las palabras es lo que determina la diferencia".

Raúl Brasca.

viernes, 13 de junio de 2008

La pregunta no leída



Quien es más feliz, el sabio o el ignorante?

Tantas veces me hago esa pregunta y cada vez mis respuestas coinciden: cada uno lo es a su manera. Que no es una cuestión de grados.
Pero entonces me surge la gran duda... Y los que estamos en el medio?
los que vivimos haciéndonos preguntas todo el tiempo y mientras más sabemos, sabemos que más ignoramos?

Y entonces vuelvo a mis ancestros, que fueron felices sembrando su campo, haciendo su vino, amasando su pan y criando a sus hijos. Y me asomo al barandal de la casa de piedra celta y veo tanta naturaleza, veo el río correr y un atradecer tan impresionante, que fueron los mismos que hace más de 100 años vieron los que me dieron vida. Y me vuelvo arrancando las moras del camino, sin otra preocupación que sentir que la falda es corta para contenerlas a todas hasta llegar a la casa grande, donde al llegar la noche se reúnen todos junto al fogón, a beber vino fresco y pan con jamón (éste era de "la Pita", la blanca del año pasado que se revolcaba en el corral y sólo comía bellotas). Y escucho el sonido de una gaita allá en el fondo, que viene como del otro pueblo, tal es el silencio que reina en la noche, interrumpido apenas por un par de grillos celosos de la melodía. Y los olores, a tierra húmeda, a niebla del atardecer, a los geranios del balcón, al pan recién horneado, los pastizales quemados.

Y vuelvo acá, a mis preguntas sin respuestas unívocas. Al plasma de mi monitor que quiere responder por mí y no lo dejo; a los cientos de sonidos y luces titilantes, que me quieren contestar y los clausuro. Porque en el fondo siento que estoy en un punto de no retorno. Inevitable. No puedo volver a ese pasado de sabiduría. Ahora solo me resta seguir acrecentando mi ignorancia en el afán de por lo menos aprender el equilibrio entre el adentro y el afuera. Entre el pasado y el futuro, que es ahora. Con eso me conformo.

Si quieren ver lo que he oído al pasar:

Enya - May it be

9 comentarios:

Anonymous dijo...

Clau.
La felicidad ira´de la mano de cada umbral que tenga cada uno.

La felicidad así, será cultural, en la confusión que nos mete el sistema nos hace ver la felicidad por cosas conseguidas, con objetivos materiales.

En realidad hace falta una nueva cultura, un hombre nuevo en el sentido ecológico, en el sentido de los prójimos, de tal forma que la felicidad sea colectiva y en tu gozo esté el mío y viceversa.

Saliendo del lugar común que felicidad son momentos, creo a esta altura que no podemos tener felicidad nunca, viendo en derredor.

Como dijo Adorno " despues de Auschwitz, no se puede escribir poesía"

Parafraseando digo, con todo lo que se ve, es muy difícil la felicidad, estamos bien un rato, estamos contentos otros y nos alegramos infinitamente porque las desgracias no nos visiten, pero de ahí a la felicidad, falta, me parece.

Tal vez el ignorante no se haga planteos a fondo al respecto, pero en el sentido profundo, tampoco será felíz.

Abrazo

Mario

Steki dijo...

Yo estoy en el medio, también.
Ni sabia ni ignorante.
Pero creería que debe de ser más feliz el ignorante porque siempre tendrá algo nuevo que aprender.
Me encantó este post con esa demostración tan linda acerca de tus ancestros celtas, con sus costumbres, sus trabajos, sus sentimientos familiares tan arraigados.
Aunque pensándolo bien, me estoy acordando de los Auténticos, aquellos aborígenes del desierto australiano que eran tan sabios y felices por vivir de acuerdo a sus creencias y convicciones sin ningún tipo de "contagio" occidental en sus costumbres.
Estoy segura de que son felices con su sabiduría y humildad.
Por si no te acordás, estoy haciendo referencia al libro Las Voces del Desierto.
BACI, STEKI.

Adriana dijo...

Yo creo que la felicidad no pasa por el conocer o no la Verdad sino que tiene que ver con la capacidad que tiene cada persona para experimentar emociones.
Se puede ser un idiota o un genio; ser un ser humano pleno en el aspecto afectivo no tiene que ver con ello sino con la suerte que uno ha tenido o no de nacer en el seno de una familia amorosa y las competencias que uno haya podido desarrollar a lo largo de la vida para poder dar y recibir amor en cualquiera de sus formas sublimadas o no.

Daniel Os dijo...

Si se me obligara a asumir que en un extremo se ubica la felicidad y en el otro el conocimiento, rápido concluiré en haber hecho suficientes esfuerzos para no estar en camino a ningún destino.

Pareciera que ignorando desgracias, dolores y frustraciones se es feliz. O sádico. O inconsciente. O niño.

Tiendo a sospechar, una vez más, que los extremos se tocan.

D.

VAE VICTIS...!!! dijo...

Hola Claudia !!!
Cualquiera de los dos puede ser feliz, sólo de una cuestión de actitud...no vasta con querer ser feliz, hay que serlo y punto, con cualquier cosa por mas infima que sea y muchas veces la encontre en las cosas mas pequeñas, creo que ahí esta el secreto...
Deseo de corazon que seas feliz en esta semana que comienza.
beso
vae

María dijo...

Feliz día del blogger.
Atrasado y con disculpas, desde el umbral (Mario dixit).

Umbral suena grave -a pesar de ser palabra aguda-, tiene eco de sombra, y de abismo, también.

De borde impreciso en el lagar de la indecisión.

Sophie dijo...

Yo creo que hay que ser feliz o intentar serlo sin mirar o juzgar el por que otros son felices y qué es lo que los hace felices.

Hay personas que son felices con cosas materiales, otras (como yo) somos felices rodeadas de afectos y de buenos momentos.
La ignorancia y la sabiduría tambien tienen intermedios. Alguien puede ser muy ignorante en un tema o en una situación, pero ser sumamente sabio en otras. Este planteo me hizo acordar a la película "la dama del agua", allí trata un poco este punto de la sabiduría, de los prejuicios sobre las personas que no "parecen" sabias pero terminan siéndolo, habla sobre lo común y lo fantástico y por sobre todas las cosas, de poder rescatar la solidaridad entre las personas.

Saludos!!!

PD: Steki, vos segui con esos amigos y mandandolos a los blogs amigos!! jajaja. Besos

TORO SALVAJE dijo...

No tengo ninguna duda, es más feliz el ignorante.

Por mil motivos.

Besos.

Minombresabeahierba dijo...

Creo que la diferencia es que tenemos cada ves mas conocimiento, pero eso no implica tener mas sabiduria. La sabiduria es mucho mas profunda, en especial tener conciencia de nuestras limitaciones,mas satisfaccion con lo que se es y posee; y ahi se puede ser mas feliz, ignorando mas o menos "conocimientos". Tiene que ver mas con la humildad y el equilibrado uso de nuestros talentos. cordiales saludos.